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Suspenden el uso de Clorpirifós en EE.UU

Las Tolerancias alimentarias fueron revocadas para el organofosforado

Entomólogos de la Universidad de Nebraska – Lincoln informaron que el 28 de febrero de 2022, la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. revocó todas las tolerancias alimentarias (la cantidad tolerable de residuos de pesticidas presentes en los alimentos) para el clorpirifos. Los productores ya no pueden aplicar clorpirifós en ningún alimento o producto para forraje a partir de esa fecha. Esta declaración significa que cualquier alimento o pienso tratado con cualquier producto que contenga clorpirifós resultará en la imposibilidad de vender esos alimentos o forrajes.

La prohibición de uso del Clorpirifós sugiere nuevas estrategias de control de insectos.

El uso no alimentario de clorpirifós todavía está permitido a partir desde el 1 de febrero de 2022, pero el registro de clorpirifós debe revisarse en 2022. Los productos solo se pueden aplicar en el sitio indicado en la etiqueta. El mal uso de pesticidas puede resultar en daño a los humanos, al medio ambiente y potencialmente en multas o citaciones.

Este cambio proviene de la preocupación por la salud pública y los vínculos con los efectos del desarrollo neurológico en los humanos.

El clorpirifós se registró por primera vez para su uso como insecticida en los Estados Unidos en 1965. Se volvió a registrar en 2006. Su uso va desde el maíz y la soja hasta los árboles frutales y de nueces. Es un insecticida organofosforado. Debido a su toxicidad aguda para los humanos, la mayoría de los insecticidas organofosforados ya se han eliminado de la producción.

La pérdida de herramientas de protección de cultivos como el clorpirifós puede hacer que el manejo de plagas sea una tarea difícil. El impacto de su eliminación puede significar que el productor, necesite encontrar otras herramientas para controlar los insectos en sus cultivos. 

Fuente: Universidad de Nebraska

Qué sucede en Argentina?

Por Resolución 414/2021 de SENASA, publicada el 6 de agosto del 2021 se estableció la eliminación gradual de formulaciones que contienen los principios activos Clorpirifós etil o Clorpirifós metil, hasta su prohibición total para uso agrícola (todos los cultivos) en Argentina. De tal modo a partir de noviembre de 2022 ya no podrán usarse más en todo el territorio argentino, los insecticidas formulados a base de clorpirifós etil y clorpirifós metil, que deberán desaparecer a partir de la campaña 2022/23.